Wu wei


  1. Wu wei:


El taoísmo antiguo plantea una filosofía de vida sin dogmas y por ello Wu Wei es un término fundamental para comprender una gran parte de las prácticas taoístas.   

Para el taoísmo antiguo no hay una realidad concreta y limitada que pueda explicar o abarcarlo todo. No busca respuestas definitivas, se abre a las diferentes posibilidades y respuestas que le da su práctica.

Le interesa la vida y su relación con el infinito. Pretende ser un estudio de la existencia, sin embargo, el punto de partida es indefinido como así lo expresa el primer capítulo del tao te king:



“ Del Tao se puede hablar, pero no del Tao eterno. 

Pueden nombrarse los nombres, pero no el nombre eterno.

 Como origen del cielo-y-tierra, no tiene nombre, pero como <la Madre> de todas las cosas se puede nombrar.

Así pues, oculto desde siempre, hemos de contemplar su esencia interna. 

Pero manifestándose continuamente, hemos de contemplar sus aspectos externos.

Los dos fluyen de la misma fuente, aunque tengan nombres diferentes, y a ambos se les llama misterios. 

El Misterio de los misterios es la puerta de toda esencia”. 

(Lao Tzu, capítulo 1 del Tao Te King )


Así pues, aunque el taoísmo antiguo en principio rechaza todo dogma ( lo cual le convierte en filosofía y no en religión), decide tomar como uno de sus puntos de partida para el estudio de la existencia: la percepción de que todo cambia constantemente y este punto de partida hace que el Wu Wei sea un concepto muy importante para entender, pero sobre todo para practicar.


Acepto el no sé como motor de búsqueda.  Si no sé lo que busco no tengo expectativas. A esto se le llama Wu Wei, que nos gusta traducir como acción vacía.   El todo es infinito, si no puedo abarcar el todo, no puedo saberlo todo. Acepto este no saber, este ser una parte de un todo.

El intento es lo importante.  La experiencia, lo que confirma la búsqueda. Es más, la actitud del intento es la que convierte la búsqueda en no búsqueda. Hay un propósito, una proposición para la acción pero no un objetivo concreto a cumplir sí o sí.

En realidad la propuesta no es de búsqueda sino de apertura a experimentar y comprender lo desconocido.

El taoísmo antiguo estudia la vida desde este punto de partida, basándose en lo que observa en la naturaleza  y de igual modo observa y estudia la naturaleza humana. En la naturaleza la prioridad no es la emoción sino la supervivencia a través de la adaptación.


Experimentar y abrirse a lo desconocido podría también traducirse como Wu Wei. La propuesta es encontrar el sentido de la experiencia y cual es el motor de ese movimiento.

El ser humano está condicionado por la naturaleza, es una parte de ella, por lo que un enfoque del estudio de la vida es observar la naturaleza humana y en que condiciones  se mueve.

Para el taoísmo la naturaleza humana no es ni buena ni mala. Está condicionada.


Y como he dicho antes para el taoísmo antiguo no hay una realidad concreta y limitada, que pueda explicar o abarcarlo todo, que pueda abarcar una unidad infinita, pero si establecemos el punto de partida de una naturaleza dual, podemos estudiar el ser por el no ser, lo natural en contraposición de lo no natural…

La naturaleza humana no es ni buena ni mala.  La naturaleza humana es dual igual que la naturaleza y por ello está condicionada por la naturaleza. La cuestión es en que condiciones se mueve. 

La mente es parecido a un ordenador en cuanto a que se puede programar . Por eso los primeros siete años de formación de un niño son tan importantes. Si no se le educa con una moral, si la cultura en la que vive está enferma o si se le educa en la ignorancia o en sistemas de creencias falsos, pues su vida será desequilibrada a no ser que resetee.

La sabiduría es acción, es comportamiento. Es la actitud, lo que hacemos con lo que sabemos.

La realidad es colectiva. La cultura es esa realidad colectiva que nos condiciona en gran medida. La realidad es de orden o caótica si el colectivo es sabio colectivamente.

La manifestación de la realidad, la causa y sus efectos. Las causas subyacentes son el como pensamos, como sentimos y como nos comportamos.



El Wu Wei como fundamento de la práctica aplicada a los tres tesoros nos sitúa en la tesitura del no hacer, de la acción vacía. En el taoísmo cuando se mencionan los tres tesoros se habla de : vitalidad, energía y espíritu y aquí voy a asociar esos tres conceptos que matizaré y trataré de afinar mejor en otro artículo,  a los términos más clásicos: cuerpo, mente y espíritu.

El cuerpo, la mente y el espíritu no necesitan hacer nada.


Cuerpo.

El 90 % del cuerpo funciona solo. Digo el 90, para decir casi todo, para indicar que órganos, líquidos, células no necesitan el control de la mente para decirles cuanto y como tienen que actuar. Durante millones de años el ser humano a confiado en su cuerpo para sobrevivir. El sentir era el motor. Solo durante unos pocos miles de años la mente pretende gobernar sobre las sensaciones.

El cuerpo tiene años de sabiduría experiencial en equilibrarse y en adaptarse si se le deja actuar.

Lo mejor que puede hacer el ser humano para cultivar la autosanación es no hacer nada.

El cuerpo tiene millones de años de experiencia. Es el mejor para adaptarse y equilibrarse. Todo su funcionamiento se rige para encontrar el equilibrio en base a lo que recibe. 

Hay que dejarle en paz.


Mente

La   Mente es la genera el movimiento por lo que es la causa de la mayoría de los desequilibrios. Por lo tanto lo mejor que podemos hacer para equilibrar, es calmar la mente para que no siga desequilibrando.

Hay que dejarla en paz. Para ello el taoísmo propone cultivar el centro. El concepto de centro será motivo de reflexión en artículo aparte.

La conciencia es la energía síquica que nos permite percibir el espíritu. Es la que nutre el cuerpo energético y que se manifiesta a través del cuerpo. Es el puente entre el cielo y la tierra. Entre el espíritu y el cuerpo. Si la conciencia se reduce a uno solo, a lo visible, a lo palpable, a la materia, solo  al espacio y al tiempo que nos rodea, a un espacio y un tiempo concreto, es limitada por esa misma conciencia que ocupa todo el espacio. Cuando descansa deja espacio al espíritu.

Por ello el taoísmo se hace la pregunta: ¿Dónde está la conciencia? Aunque para nada pretende saber la respuesta, ni tiene intención de responderla desde un razonamiento lógico.


Espíritu.

Si partimos de la premisa en que todo es tao o que el Tao está en todas partes o que se manifiesta en todo y consideramos el espíritu como nuestro Tao, nuestra naturaleza divina, el tao manifestándose a través de nuestro espíritu. Si entendemos que para el Tao no hay ni bueno , ni malo. Hay una aceptación total. Nuestro espíritu se manifiesta así pues, de manera natural reaccionando ante lo externo de manera neutra ya que lo que al espíritu le “interesa”, o mejor sería decir hace: es experimentar  la vida. Manifestarse desde lo que es natural. No juzga, no desea, no busca, simplemente se manifiesta cuando la mente consciente le deja un espacio para reaccionar desde lo natural y no artificial o construido o premeditado.